viernes, 12 de noviembre de 2010

Gracias

C'est fini... Escribo desde Pamplona la última entrada de este blog, en el que he compartido mis vivencias este último año en Bruselas. Y con ello, doy por finalizada una etapa de mi vida que empezó hace tres años y que me ha llevado por el mundo en busca de nuevos desafíos. Vuelvo a Valencia, vuelvo a casa, tras mi periplo por Madrid, Chicago y finalmente Bruselas.

Creo que fue una gran idea lo del blog. Primero, Living the American Dream, que continuó este año con este Living the European Dream. Ambos me han servido para comentar mis vivencias y como vía de escape en ocasiones en que me hacía falta expresar mis sentimientos. Pero bueno, todo empieza y todo acaba, y hay que saber cuando hacerlo.

Ahora empiezo una nueva aventura, que espero sea a largo plazo, tanto a nivel personal como profesional. Gracias a todos los que habéis dedicado algún momento a leer este blog y a los que me habéis apoyado durante este tiempo. Hasta otra!!

domingo, 31 de octubre de 2010

La vida está... de lujo

Tras la entrada anterior, algunos me preguntábais si estaba deprimido, bajo de moral o si el cielo gris de Bruselas me estaba afectando las neuronas. Pues bien, para aclarar las dudas, la respuesta es NO. Admito que sí estoy algo trascendental y melancólico, pero bueno, lo normal en estos momentos de cambio y de nuevos horizontes. En todo caso, agradezco las muestras de interés...

En fin, para tranquilizar a la gente, este es el eslógan que pretendo guíe mi camino. 


No se puede negar que es una buena forma de plantearte la vida. Lo vi el otro día en una camiseta y la verdad es que llama la atención. Me recuerda a la película del Club de los Poetas Muertos, sobre aprovechar el momento y disfrutar de las cosas buenas que trae la vida. Oh Capitán, mi capitán!!

viernes, 22 de octubre de 2010

Caminante, no hay camino...

... se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Sabias frases de Antonio Machado, posteriormente amenizadas con música por Joan Manuel Serrat. Pues bien, no he encontrado mejor forma de empezar este post sobre la vida, sobre las decisiones, y sobre los caminos que se abren y se cierran.
 
En la vida se presentan momentos en los que hay tomar decisiones. Decisiones que cambian tu futuro y te llevan por un camino desconocido. Decisiones más o menos acertadas y que, al fin y al cabo, van formando tu vida. A veces no depende sólo de nosotros, sino que son las decisiones de otros las que nos afectan, para bien o para mal. En ocasiones se presentan obstáculos, piedras que te hacen desviarte y, lo que hoy puede ser un fracaso, una frustración, una caída, quizá sea la oportunidad que te abra un nuevo camino, el bueno, el tuyo.


Esta es la historia de un conocido mío, que hoy, con la cabeza hecha un lío entre distancias, salarios y peras en vinagre, me ha dado por recordar. Es la historia de un chaval brillante, con estudios superiores, con buen conocimiento del inglés, y con un carácter bastante bueno para el trabajo. Tras una breve experiencia en una empresa menor, entró a formar parte de una gran empresa, una institución en la que le hacían un contrato a largo plazo, con el formalismo habitual de los seis meses de prueba. El chaval empezó con entusiasmo su nuevo trabajo y vio cómo pasaban los meses. La sorpresa llegó poco antes de cumplirse el plazo, cuando, sin mayor explicación, le pusieron de patitas en la calle. La denuncia por despido y posterior indemnización no borraron la amargura de la herida. Sin embargo, como bien reza el dicho, lo que no te mata te hace más fuerte. El chaval decidió dar un nuevo rumbo a su vida y optó por nuevos caminos, donde cada piedra que encontró la fue colocando una sobre otra, hasta alcanzar cotas y objetivos inimaginables. Esta es la historia de alguien que no se dejó vencer por la adversidad, de alquien que cayó, pero que aprovechó la caída para coger impulso e ir saltando los obstáculos que la vida le iba poniendo por delante hasta conseguir algo grande. Él encontró su camino, el bueno, el suyo.

Pues bien, esta historia la considero un ejemplo de que nunca sabes lo que te depara la vida. Lo que hoy es bueno puede que no sea lo mejor, y lo que hoy parece malo, puede que te abra nuevos caminos. Ahora, cuando mi futuro está en el aire, me doy cuenta que no sabemos qué decisiones, qué éxitos o qué fracasos tendrán la llave de nuestro destino. Por tanto, lo mejor es no dramatizar, analizar tranquilamente las opciones, los 'pros' y los 'contras' y decidir con conocimiento de causa todo aquello que está en nuestra mano. Si se acierta, será el tiempo el encargado de juzgarlo. Y si no, pues habrá que seguir buscando un nuevo camino, el bueno, el mío.

Al fin y al cabo, como dice el poema:

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar...


miércoles, 20 de octubre de 2010

Cuenta atrás

Hoy he recibido el billete de vuelta a casa. En 15 días acaba mi estancia en Bruselas y vuelvo, quien sabe si definitivamente, a Valencia. Echando la vista atrás, me doy cuenta de lo rápido que ha pasado todo.

La aventura empezó hace tres años, más o menos por estas fechas, cuando recibía la noticia que le iba a dar un nuevo rumbo a mi vida. Me notificaban que había aprobado la fase de selección de las Becas ICEX. Fueron momentos de duda y de reflexión, aunque realmente la decisión ya estaba tomada de antemano. Recuerdo aquellos momentos de inquietud perfectamente, de aquel día en 'el Desi' escribiendo con Patri los pros y los contras de embarcarme en esta aventura, de las charlas con mi familia respecto al tema, y también recuerdo algún amigo que me decía que no podía estar hablando en serio... Pero bueno, al final todos me apoyaron, y la cosa siguió su curso. Y tres años después, aquí estoy, escribiendo mi segundo blog, y contando los días que faltan para mi regreso, tal vez definitivo.

Durante estos años he vivido en tres ciudades distintas, primero en Madrid, luego en Chicago y ahora en Bruselas. He conocido a montones de gente, entre ellos algunos que puedo llamar amigos, y he viajado a lugares que ni en mis mejores sueños pensaba que iría algún día. He aprendido un montón de cosas nuevas y he tenido la opción de encontrarme y saludar a personajes tan ilustres como el Rey Juan Carlos.

Pero todo se acaba, y mi periplo al amparo de las becas está a punto de llegar a su fin. Es curioso cómo pasa el tiempo. Por momentos parece que las agujas del reloj no pasen lo suficientemente rápido y hay otros en lo que el tiempo se te va de las manos. Hoy echo la vista atrás, y, lo que me parecía muy lejano, está al borde de la esquina. Así, en un abrir y cerrar de ojos, me doy cuenta de que estoy casi al final de otra etapa.

Seguramente no es el mejor momento para regresar a España. La crisis económica continúa y mientras que en media Europa ya empiezan a ver la luz al final del túnel, en España seguimos inmersos en la oscuridad. Los datos del desempleo son cada vez más preocupantes y no está claro hacia donde vamos. Pero bueno, hay que tener fe. Sinceramente, ya tengo ganas de volver, de estabilizarme y de pensar por una vez a largo plazo. La vida son etapas y me toca empezar una nueva...

martes, 5 de octubre de 2010

Descubriendo la fotografía

Como ya decía hace algún tiempo en mi antiguo blog, la fotografía es un mundo. En aquella breve entrada (La fotografía, todo un mundo por descubrir) decía que me había aficionado a esto de las fotos. Evidentemente, en un lugar tan mágico como Chicago, o en la cantidad de sitios espectaculares que descubrí el año pasado en mi año en Estados Unidos, no es difícil sentir el gusanillo. Mi herramienta en esa época era una pequeña cámara compacta Nikon. Las fotos no estaban mal, pero claro, las comparaciones son odiosas, y viendo las fotos que hacía mi amigo Santi con su Nikon réflex, se me hacían los dientes largos. Hay que decir en todo caso que no todo es la máquina.


Pues bien, el tema es que, ante mi creciente interés en mejorar mis prestaciones, estas Navidades me regalaron un cámara de las 'buenas', una réflex Olympus E-520, con dos objetivos en el kit estándar, que la verdad cubren más que de sobra mis necesidades de amateur. Ya entrando en materia, las posibilidades de estos aparatos son innumerables, pero claro, hay que saber utilizarlos... Así que, tras leerme un par de manuales y tras varios meses de prácticas, decidí apuntarme a un curso de fotografía.Y ahí que me fui, con mi cámara y mis ganas de aprender, a las sesiones impartidas por el fotógrafo Michael Chia (http://www.michaelchia.com/). Las clases, cinco sesiones, eran una mezcla de parte teórica y parte práctica. La sesión de los miércoles la dedicábamos a repasar conocimientos téoricos del tema y a repasar críticamente nuestras fotos. Y los sábados, pues la vida real. A hacer fotos y demostrar lo aprendido. Esta es una foto de todo el grupo, en búsqueda de la foto perfecta...



Sesiones de retratos, fotos en movimiento, panning, etc, etc. Todo un conjunto de nuevos conceptos y de nuevos métodos. Evidentemente, con cinco clases nadie llega a profesional, pero bueno, es un primer paso. Hay que reconocer que ha sido una gran experiencia y una buena forma de conocer gente, que al fin y al cabo es lo importante. Dejo algunas muestra que tomé durante estas sesiones.




sábado, 2 de octubre de 2010

Contador y el solomillo contaminado

El otro día comentaba con alguien que el ciclismo estaba volviendo a engancharme. Que tras pasar unos años de purgatorio, estaba resurgiendo de sus cenizas. Pocos casos de dopaje en los últimos tiempos y sensación de limpieza en el pelotón. Él no lo veía tan claro...

Pues bien, este verano estuve siguiendo, sufriendo y finalmente disfrutando con la victoria agónica de Alberto Contador en el Tour. De hecho, Patri y yo fuimos incluso a ver la llegada de la etapa que acabó en Bruselas. Más recientemente, he seguido también con interés el desarrollo de la Vuelta a España y la batalla entre Nibali y Mosquera por la victoria. La etapa de la Bola del Mundo me hizo vibrar como hacía tiempo que no lo hacía con este deporte. Al final ganó el italiano, pero el espectáculo fue realmente impresionante.

Sin embargo, parece que ha llegado la tormenta. Las noticias se acumulan en los últimos días. Empezó con el 'análisis adverso' de Contador y ahora ya se han confirmado también los positivos de Mosquera y de otros dos corredores más, todos ellos españoles. En fin, en un momento en el que el deporte español arrasa en la mayor parte de disciplinas, los palos no han tardado en llegar desde todas partes. Evidentemente mal haríamos en mezclar los casos y generalizar, pero en el caso del ciclismo, la sensación es clara, 'entre todos la mataron y ella sola se murió'.


Estuve viendo la comparecencia de Alberto para la prensa. Hay que reconocer que la historia del solomillo contaminado es como para hacer una película. Pero bueno, quizá sea cierto, ojalá. Está claro que los datos del análisis dan que pensar. La cantidad de clembuterol encontrada es ridícula, por lo que la única opción alternativa a la de la contaminación alimenticia es la de la autotransfusión, una práctica ya empleada con anterioridad por otros ciclistas. En fin, yo sinceramente no sé que pensar.

Quiero creer en Alberto y lo seguiré haciendo hasta el final. Lo que no entiendo es que en un caso como este, en el que el futuro del ciclismo está en juego, no se haya sido más prudente. Puede que el daño ya esté hecho, pues la duda seguirá rodeando no sólo a Alberto, sino al ciclismo en general. Estoy seguro que en cualquier otro deporte se hubiera tratado de otra forma. Pero en fin, es lo que hay. Una pena, la verdad. Cuando vuelva a hablar con mi amigo, el escéptico sobre ciclismo, no tengo claro si encontraré alguna justificación a todo esto. Probablemente no. Aunque bueno, le invitaré a comer un solomillo, a ver que tal le sienta.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Septiembre en Algemesí...

Septiembre. Habitualmente el mes de septiembre se asocia con la vuelta a la dura realidad. La vuelta al trabajo, al colegio, a la Universidad, a los horarios. Es el mes de depresión postvacacional, de comenzar de nuevo, de afrontar que el verano, el sol y el buen tiempo han terminado. Sin embargo, en mi caso y en el de muchos de mis conciudadanos, no era así... Y es que, en mi pueblo, en Algemesí, durante el mes de septiembre se celebran las principales fiestas locales.

En primer lugar, a principios de mes, los días 7 y 8, la Mare de Deu de la Salut. Fiesta emotiva donde las haya. Los bailes y pasos tradicionales acompañan en procesión a la imagen de la Virgen. La Muixeranga, els Bastonets, la Dolçaina, ... Hasta el Manneken Pis les rinde homenaje vestido de 'muixeranguero' cada 7 y 8 de septiembre. Hay que destacar que este año ha sido declarado Bien de Interés Cultural, como un primer paso hacia una futura declaración como Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco.


Y para final de mes, el plato fuerte. La Setmana de Bous, la feria de novilladas con mayor tradición en España. En una plaza mítica, entrañable, construida cada año para la ocasión. Plaza cuadrada y de madera, llena de historia. Mi historia está también allí. Recuerdo los primeros años de la Anem Astall, y sinceramente, me cuesta creer que fuéramos capaces de montar nuestro cadafal, nuestra parte de la plaza... eso sí con la inestimable colaboración del Tío Coloma, y de otros "clásicos". Recuerdo lo pipiolos que éramos... 'Antes ix la sang que la pell', nos decía...


Más tarde, la Penya Torbeta, que sigue en la brecha, año tras año, en el cadafal de 'la Mosca'. En fin, hoy para mi es un día cualquiera, un día más de septiembre... pero me pongo a pensar y sé que hay un pequeño lugar en la Valencia el que ahora mismo se reúnen dos mil personas a disfrutar del espectáculo. Se escuchan olés, se escuchan canciones de fiesta, de alegría, y el mítico "Sí,sí,sí, açò es Algemesí". Y el domingo, seguramente, se oirá lo de "Una setmaneta més i mon anem". Son dias de colpets y de rocafuls, de comidas y cenas entre amigos, de fiesta en definitiva. Nuestra fiesta. Desde aquí, desde Bruselas, mi homenaje para ellos.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Memorial Van Damme y EURO-2012

A finales de agosto se celebró en Bruselas el Memorial Van Damme. Se trata de la última prueba de la Diamond League de atletismo, en la que participan las principales estrellas de las distintas disciplinas.

Personalmente nunca había asistido a un evento de este tipo, por lo que me decidí a aprovechar la oportunidad. Además, esta edición se presentaba especialmente interesante. El duelo entre los dos hombres más rápidos del mundo, Usain Bolt y Tyson Gay prometía mucho. Ambos habían anunciado con varios meses de antelación su participación en el evento. Para darle mayor emoción al tema, a principios de agosto, en la reunión de Estocolmo, Tyson Gay batía por primera vez en más de dos años a Usain Bolt. Por tanto, Bruselas se convertía en el lugar elegido para la gran revancha...

Pero no pudo ser, esta imagen nunca se produjo. Algunos días después de su derrota en Estocolmo, Bolt anunció que daba por concluida la temporada debido a una lesión y que no participaría en Bruselas. Menudo chasco! Para rematar, el tercero en discordia, Asafa Powell, anunciaba también su ausencia en la prueba, con lo que el asunto quedaba un poco descafeinado. En fin, qué se le va a hacer... Hay que reconocer que, finalmente, el cartel del Memorial quedó bastante arreglado. Blanca Vlasic, Tyson Gay, Rudisha, los gemelos Borleé, Hoffa, junto a los españoles Arturo Casado y Ruth Beitia, entre otros. Además, era mi primera vez en el Estadio Rey Balduino (el antiguo Heysel), con lo que la experiencia fue bastante interesante.


La impresión que me queda es que, pese a que es curioso verlo en directo, no hay nada como verlo en la tele. Al haber tantas pruebas que se celebran a la vez, es casi imposible seguirlo todo, y, dependiendo de la ubicación en el estadio, hay algunas que no llegas a verlas. Yo, por ejemplo, seguí perfectamente las pruebas de velocidad, de fondo, la pértiga y el peso. Sin embargo, de la longitud, la altura y la jabalina, prácticamente ni me enteré... Eso sí, me quedé impresionado con la velocidad de los corredores de medio fondo. Impresionante cómo van los tíos, como auténticas motos. Y la pértiga, brutal, menudas piruetas...


Por seguir con eventos deportivos, una semana después, ya en septiembre, empezaba en Europa la clasificación para la Eurocopa 2012, que se celebrará en Ucrania y Polonia. Bélgica comenzaba su andadura contra Alemania, ni más ni menos, la flamante tercera clasificada del Mundial, con lo que la asistencia era casi obligada. Ya hacía tiempo, casi dos años, que no asistía en directo a un partido de fútbol, y esto si que no tiene nada que ver con verlo en la tele... Además, al ser partido de selecciones pues la afición está aún más volcada. Al final, y como era previsible, Alemania venció 1-0, con gol, cómo no, de Miroslav Klose. Bélgica no lo hizo del todo mal, pero hay que reconocer que el equipo alemán está muy fuerte. Me impresionaron gratamente los fichajes del Madrid, Özil y Khedira, que dieron muestras de su calidad. En fin, buen partido entre amigos y buen ambiente. A ver si repito y voy a ver algún partido del Anderlecht...

jueves, 9 de septiembre de 2010

Waterloo, tras los pasos de Napoleón

Cerca de Bruselas, a poco más de 25 kilómetros, se encuentra uno de los lugares más importantes de la historia moderna de Europa. Allí se libró la batalla definitiva que marcaría el final de un Imperio y el inicio de una nueva era. Se trata de Waterloo, el pequeño pueblo belga que vio cómo un 18 de junio de 1815 el ejército de Napoleón era derrotado a manos de los aliados, comandados por el Duque de Wellington.


Pues bien, después de este rollo histórico, el tema es que Waterloo era uno de los imprescindibles tras un año en Bruselas. Así que, mirando en el mapa las distancias, los posibles itinerarios y esas cosas, me empezó a rondar por la cabeza la idea de ir en bici. Y por qué no? Poco más de 50 kilómetros el trayecto, y además con la ventaja añadida de que entre ambas se extiende un bosque enorme, el Foret de Soignes, que prácticamente llega hasta Waterloo. Lo bueno, mucha zona verde, y por tanto, bastante agradable para ir en bici. Lo malo, mil caminos que se entrelazan entre ellos y que, sin mapa ni sentido de orientación, te llevan a un bucle infinito...

En fin, el resumen es que me perdí un par de veces, pero al final encontré el camino y llegué a Waterloo. Y de allí, al campo de batalla. Hay que reconocer que han montado un chiringuito curioso. Está el monumento conmemorativo de la batalla, con el león en la cima, y poco más la verdad. El resto, todo maquillaje. Un par de películas sobre la historia de la batalla, sobre Napoleón, y un representación bastante cutre en la que disparan un cañón de la época. En fin, todo sea por poner la banderita.


Tras un buen rato de inmersión en el tema, decidí que era hora de volver. Esta vez, sin contratiempos, y con libertad para disfrutar de la zona, en la que por lo visto crece un árbol único en el mundo, o algo así me dijeron. Un tipo especial de haya (en francés hêtre) que crece en estos lares. Por la altura, y salvando las distancias, me recordaban un poco a las secuoyas gigantes que vi el año pasado en el Parque Yosemite. Es curioso, pero esto fue el 21 de agosto. Y si no me equivoco, y sin exagerar, fue el último día del mes en que salió el sol. Se avecinaban díez días de nubes y lluvia continua... C'est Bruxelles!

jueves, 19 de agosto de 2010

Brujas, Amberes, ... y Bruselas

Finalmente, y como tercer capítulo de la visita de los papis, pues un recorrido por los principales puntos de Bélgica. Aparte de Bruselas, visitamos Amberes y Brujas, ambas situadas en Flandes, y ambas muy recomendables. De Brujas ya he hablado en otras entradas, por lo que no me repetiré, como dice el refrán 'Una imagen vale más que mil palabras'. Pues ahí van dos:


Y sobre Amberes, pues un breve apunte que me ha llamado la atención. Amberes es considerada como la capital del diamante, además del segundo puerto de Europa (tras Rotterdam) y uno de los principales a nivel mundial. Pues bien, el tema es que durante el trayecto en tren desde Bruselas estuvimos comentando la conexión entre Amberes, diamantes y judíos. Así, según la guía que llevábamos, el 90% del comercio mundial de diamantes pasa por Amberes, y el 75% de este comercio pasa por manos judías. Por lo tanto, la Comunidad Judía en Amberes es una de las más importantes fuera de Israel (de hecho, se le llegaba a apodar como la Jerusalén del Norte).

Sin embargo, nos llamó la atención que no vimos ninguno. De hecho, estuvimos paseando por el Barrio del Diamante, en torno a la Estación Central, pero nada. Tampoco es que estuviésemos buscando, pero recuerdo que me llamó la atención. Pues bien, indagando en el tema, resulta que la guía está un poco desfasada. El comercio de diamantes está cambiando rápidamente de manos y ahora son los indios los que manejan el negocio, con una cuota de alrededor del 70%, según información de marzo del 2010. Y, relacionado con eso, leí otra noticia que explica que la mayor parte de la Comunidad Judía está abandonando Amberes, debido fundamentalmente al aumento del anti-semitismo en la región... En fin, sin comentarios.

Respecto a la ciudad, pues muy bonita, típicamente flamenca. Ahí van un par de fotos.



Visitamos los principales centros turísticos, la Catedral, la plaza del Grote Markt, el Ayuntamiento, el Castillo de Steen y el monumento a Rubens. Y vimos el río, el Escalda, que a lo mejor lleva su nombre por la fría temperatura del agua... Además, y como buenos turistas, dedicamos el día a probar las especialidades belgas. Para comer, moules y frites, y para merendar, un buen gofre, todo sea para cuidar la línea.


De vuelta en Bruselas, y pese a la lluvia, fuimos a ver la Alfombra de Flores en la Grand Place. Teniendo en cuenta que se realiza durante sólo tres días cada dos años, es una visita que merece la pena. Además, la estampa es realmente bonita. La visita llegaba a su fin y venía el momento de las despedidas. Gracias por la visita!

Amsterdam, entre diques y molinos

Tras el paso por Alemania, volvimos a Bruselas por unos días, donde aprovechamos para ver un poco más la ciudad y para visitar Brujas, la joya de Flandes, pero esto ya será tema de la próxima entrada.

En esta me voy a centrar en el viaje que hicimos al país de los diques y los molinos, Holanda, y más concretamente a Amsterdam y alrededores. Esta vez y por variar un poco, utilizamos el tren, el Thalys, que en dos horas conecta las dos capitales. Lo primero que nos llamó la atención cuando llegamos fue el frío... y la lluvia. De hecho, tuvimos que hacer un recorrido express por las tiendas de alrededor del hotel para abrigarnos un poco. Ya es curioso que viniendo de Bruselas no fuéramos más precavidos, pero bueno.

La sensación de Amsterdam es de locura colectiva. Tras el orden de Berlín, en el que todo está bajo control y te sientes uno más en el sistema, en Amsterdam reina el caos. Aquí no hay control posible porque parece que no hay reglas. Bicicletas por todas partes, coches, tranvías, peatones,... todos buscando su sitio y aprovechando el mínimo hueco para hacer camino. Los coches en el carril del tranvía, las bicis en la acera, los peatones en el carril bici... Sálvese quien pueda. Resulta casi increíble que no ocurran accidentes a todas horas. Y qué de gente, madre mía. Creo que no había visto tanta gente en mi vida. Por todas partes, en todas las calles, algo realmente digno de ver. Sin embargo hay que decir que uno se acostumbra rápido a este desconcierto y acaba por encontrarle el gusto.



Estuvimos dos días en la ciudad, pero bien aprovechados, sí señor. El primer día, recorrido turístico por los lugares destacados. El mercado de las flores, la plaza Dam, paseíto en barco por los canales, Vondelpark y entrada al museo Van Gogh, donde vimos algunas de las obras maestras de pintor holandés. Y por la noche, pues claro está tocaba ir a uno de los grandes centros de interés de la ciudad, el Barrio Rojo. Y allí, pues lo esperado: farolillos rojos, profesionales del sexo y cierto ambiente 'porrero'. Pero lo que más vimos fueron turistas... todos, como nosotros, curiosos por ver esta zona única en Europa.



El día siguiente por la mañana tocaba hacer la excursión obligada a la zona de la costa. Allí nos esperaban los molinos de Zaanse Schans, y, posteriormente, Volendam y Marken, dos pueblecitos típicos de la zona que merece la pena visitar. El trayecto en barco de uno a otro, si el tiempo acompaña, es algo imprescindible. Además, en estos dos pueblos vimos la fabricación de queso y de zuecos, elementos ambos imprescindible en el estereotipo holandés. El día fue espléndido y el sol nos acompañó todo el viaje.

Por cierto que impresionan las obras de ingeniería que se han hecho en esta zona para ganarle terreno al mar. Hay que tener en cuenta que una tercera parte del país se encuentra físicamente bajo el nivel del mar... de ahí el nombre de 'Países Bajos'. Sólo queda la duda de saber si el hombre puede poner freno a la naturaleza...


Ya de vuelta, quedaba poco por hacer. Un paseo por los canales, en el que resulta curioso ver las casas que parece que salen del agua... supongo que los días de mucho calor habrá gente que aproveche para salir a la ventana y darse un chapuzón. Después dimos un pequeño paseo por la plaza de otro pintor ilustre holandés, Rembrandt, antes de volver al hotel y dirigirnos de vuelta a Bruselas, donde claro está, nos esperaba nuestra amiga incondicional, la lluvia.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Vente a Alemania Pepe

Rememorando al gran Alfredo Landa en el clásico del cine español, nos adentramos en Alemania. Y ni más ni menos que en Berlín, su capital, una de las ciudades con mayor riqueza cultural de Europa y con una historia fascinante que bien vale la pena descubrir mientras se recorren sus calles. Una historia que ha vivido dos guerras mundiales, ambas como gran derrotada. Una historia que ha visto hasta donde es capaz de llegar la locura humana, con el Holocausto judío a manos de Hitler. Una historia que ha visto como era dividida en dos por un muro de cemento. Una historia que ha visto estas y tantas otras cosas y, sin embargo, que se ha recuperado para volver a convertirse en la locomotora de Europa. Nos queda mucho por aprender de esta gente.

Hoy parece mentira que hace sólo poco más de 20 años existiera un muro separando la ciudad y, por extensión el país, en dos mitades. Tras la Segunda Guerra Mundial, Berlín quedó dividida en cuatro partes, cada una bajo control diferente. Sin embargo, mientras que Francia, Inglaterra y Estados Unidos hicieron un frente común, apostando por el capitalismo y por la libertad del invididuo, la otra zona, la zona bajo control soviético, optó por el modelo comunista de Marx y Engels. Sin embargo, la gente pronto se dio cuenta de que, tras la farsa de igualdad y poder para el pueblo sólo existía pobreza y opresión. Así que la gente de la parte oriental empezó a huir al otro lado... y así se creó el Muro de Berlín, con el objetivo de impedirlo.

De los pasos fronterizos que quedaron entre ambas zonas el más famoso es del Check Point Charlie, en el que hoy día se recuerda la historia del muro y de los que intentaron huir. Ahí fue también donde tanques americanos y soviéticos se apuntaron mutuamente a pocos metros de distancia, en uno de los puntos álgidos de la Guerra Fría. Es curioso que, hoy en día, en la Avenida principal de Berlín, Unter den Liden, al lado de la Puerta de Brandenburgo que en la época marcaba la separación entre ambas zonas, estén las Embajadas de los cuatro países en los que se dividió la ciudad.


Dicen que la historia la escriben los vencedores, y en este caso no hay margen a la duda. Tras casi 30 años de Guerra Fría entre ambos frentes, el 9 de noviembre de 1989,el Muro caía bajo los pies de una gente sedienta de libertad. Finalmente fue el mismo lema del comunismo ("Proletarios del mundo, uníos") el que lo hundió, ya que fue la fuerza del pueblo con sus manifestaciones y sus ganas de libertad quien acabó por derribar el muro de la vergüenza.

Volviendo a la actualidad, Berlín se ha convertido como una ciudad espectacular. Grandes espacios, enormes avenidas y abundantes zonas verdes forman el mapa de la ciudad. A nivel cultural, museos como el del Check Point Charlie, reviven la historia del muro de Berlín, con los pequeños dramas familiares y personales que se vivieron. Además, se mantienen trozos de muro en lugares simbólicos como Postdamer Platz, como recuerdo de lo que nunca debería volver a repetirse. También se mantiene en pie la Iglesia Conmemorativa, con la cúpula destruida en la Segunda Guerra Mundial y que se conserva como recuerdo, porque, tal y como leí una vez, "quien olvida sus errores está condenado a repetirlos". Y cómo no, la Puerta de Brandenburgo y el Parlamento, el famoso Reichstag, con el peso histórico que ambos tienen a sus espaldas.

Por otra parte, a nivel estético, es una ciudad que me encanta. Es imprescindible si el tiempo acompaña un paseito en barco recorriendo el río Spree, la Avenida Unter den Liden, la Plaza de la Gendarmería, la Isla de los Museos, Alexanderplatz, Postdamer Platz, ... En nuestro caso, aparte de todo esto fuimos también a ver un concierto de música clásica en la Iglesia de Sta. María, una gozada para los oídos. En fin, es una ciudad en la que siempre descubres algo nuevo. En mi caso, es mi tercera visita, y, como en las otras, me queda la sensación de que me quedan todavía cosas por descubrir y conocer. Aunque eso ya será la próxima vez. Como dijo Kennedy, 'Ich bin ein Berliner'.

 

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