sábado, 2 de octubre de 2010

Contador y el solomillo contaminado

El otro día comentaba con alguien que el ciclismo estaba volviendo a engancharme. Que tras pasar unos años de purgatorio, estaba resurgiendo de sus cenizas. Pocos casos de dopaje en los últimos tiempos y sensación de limpieza en el pelotón. Él no lo veía tan claro...

Pues bien, este verano estuve siguiendo, sufriendo y finalmente disfrutando con la victoria agónica de Alberto Contador en el Tour. De hecho, Patri y yo fuimos incluso a ver la llegada de la etapa que acabó en Bruselas. Más recientemente, he seguido también con interés el desarrollo de la Vuelta a España y la batalla entre Nibali y Mosquera por la victoria. La etapa de la Bola del Mundo me hizo vibrar como hacía tiempo que no lo hacía con este deporte. Al final ganó el italiano, pero el espectáculo fue realmente impresionante.

Sin embargo, parece que ha llegado la tormenta. Las noticias se acumulan en los últimos días. Empezó con el 'análisis adverso' de Contador y ahora ya se han confirmado también los positivos de Mosquera y de otros dos corredores más, todos ellos españoles. En fin, en un momento en el que el deporte español arrasa en la mayor parte de disciplinas, los palos no han tardado en llegar desde todas partes. Evidentemente mal haríamos en mezclar los casos y generalizar, pero en el caso del ciclismo, la sensación es clara, 'entre todos la mataron y ella sola se murió'.


Estuve viendo la comparecencia de Alberto para la prensa. Hay que reconocer que la historia del solomillo contaminado es como para hacer una película. Pero bueno, quizá sea cierto, ojalá. Está claro que los datos del análisis dan que pensar. La cantidad de clembuterol encontrada es ridícula, por lo que la única opción alternativa a la de la contaminación alimenticia es la de la autotransfusión, una práctica ya empleada con anterioridad por otros ciclistas. En fin, yo sinceramente no sé que pensar.

Quiero creer en Alberto y lo seguiré haciendo hasta el final. Lo que no entiendo es que en un caso como este, en el que el futuro del ciclismo está en juego, no se haya sido más prudente. Puede que el daño ya esté hecho, pues la duda seguirá rodeando no sólo a Alberto, sino al ciclismo en general. Estoy seguro que en cualquier otro deporte se hubiera tratado de otra forma. Pero en fin, es lo que hay. Una pena, la verdad. Cuando vuelva a hablar con mi amigo, el escéptico sobre ciclismo, no tengo claro si encontraré alguna justificación a todo esto. Probablemente no. Aunque bueno, le invitaré a comer un solomillo, a ver que tal le sienta.

2 comentarios:

  1. sergio,ten confianza ,yó creo que Alberto es inocente me parece tan insignificante lo que ha dado que más que un dopaje me parece que tienen ganas de amargarnos las vicorias de los nuéstros pero ya se verá como tu dices.un beso L.M.M

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  2. rencorcillos morcillo19 de octubre de 2010, 9:53

    Todo esto es un complot de Lance Arsmtrong ése y de su camarilla por querer desprestigiar a un ciclista grande como nuestro Alberto Contador cuando el muy chulito se dopaba en el tour de la France y nadie le decía nada, tiene miedo a que un español le gane 8 tours, se nota...

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