lunes, 29 de marzo de 2010

Algemesinencs pel món

Recuerdo mi primera entrada en el blog. Llevaba por título 'Un algemesinense en Chicago'. En ella me disponía a empezar la nueva aventura en Chicago y contarla a través del blog a mis amigos, familia y demás. Casi año y medio después, ahora estoy en Bruselas, contando mis vivencias en la segunda parte del blog... Siempre he estado orgulloso de mis orígenes, e intento siempre dejar en buen lugar el nombre de mi pueblo.

Y bueno, os preguntaréis a qué viene todo esto. Pues el tema es que, como ya me adelantó mi buen amigo Pedrasa (Concejal de Juventud de Algemesí), aparezco mencionado en su columna del Berca, la revista mensual de la ciudad. En el artículo en cuestión se hace un pequeño homenaje a aquellos que, como yo, vivimos en el extranjero. Así que, desde aquí, sólo darle las gracias por el detalle. Aunque parezca de poca importancia, este tipo de cosas, desde la distancia, se aprecian más aun. ¡Força IPA!

Adjunto una imagen escaneada del artículo:


jueves, 25 de marzo de 2010

Y, de pronto, llegó la primavera

Así es, como un reloj, el 20 de marzo empezó oficialmente la primavera. Y claro, como aquí en Bruselas, las cosas oficiales se toman muy en serio, ese mismo viernes desapareció el frío invernal de las últimas semanas y se instaló un tiempo apacible que aún continúa. Será que realmente ha acabado el invierno. Para celebrarlo, y por si acaso se le ocurre volver cuando no debe, lo que hacen los belgas es darle muerte, literalmente. Claro está, es algo simbólico, pero no deja de ser curioso ver como, pocos días después de acabar las Fallas en Valencia, queman un 'ninot' que representa al invierno. En fin, solo faltaba la Fallera mayor pronunciando la famosa frase: "Senyor Pirotécnic, pot començar la mascletá". Aquí, en vez de ser la fallera la que prende la mecha, se trata de una bruja, con su escoba mágica, quien se encarga de incendiar y acabar con el invierno. Vamos, como si se tratara de un hechizo mágico...

Y claro, una vez quemado y bien quemado, hay que celebrarlo. Concierto, cerveza y alegría por doquier... Todo sea por tener una excusa para celebrar algo.

Cambiando de tema, el otro día, ojeando alguna guía de Bruselas, vi algunos sitios que nos quedaban por visitar de la ciudad, por lo que no nos quedó más remedio que ir a poner la correspondiente banderita. Me llamó la atención principalmente el Pabellón Chino y la Torre Japonesa, que se encuentran en el Parque de Laeken, al Noreste de Bruselas, muy cerca de otro de los símbolos de la ciudad, el Atomium.

Resulta que uno de los reyes belgas, Leopoldo II, se encaprichó con este tipo de monumentos, por lo que mandó construir ambos cerca de su residencia, en el Parque de Laeken. Desde entonces, allí se encuentran, como sacados del lejano Oriente, el Pabellón Chino, enorme y espectacular, y la Torre Japonesa, con su color rojo característico. Hoy día se utilizan como atracción turística y para acoger exposiciones temporales.

Tras la visita, nos acercamos hasta el Atomium, y aprovechamos para hacerle una sesión fotográfica. Tengo que reconocer que el Atomium es una de las cosas que más me ha impresionado de Bruselas. Es enorme y realmente espectacular. Está claro que a los belgas les van los extremos, o algo que te sorprende por su pequeñez, como el Manneken Pis, o algo que te sorprende por su grandeza, como el Atomium.


Y poco más, con la llegada del buen tiempo, empieza a haber movimiento y ganas de viajes. En nada, visita relámpago a España y después, súper-viaje a Escocia. La cosa pinta bien...

miércoles, 17 de marzo de 2010

A propósito de Valonia. Namur y Dinant

Aprovechando la fiebre viajera que nos ha entrado en las últimas semanas, este sábado nos adentramos en territorio valón, la parte francófona de Bélgica, con la intención de descubrir sus encantos. En primer lugar, visitamos Dinant, conocida también como la hija del Mosa, por estar construida a lo largo de su cauce. Está ubicada en un enclave muy bello, a los pies de un acantilado de más de 100 metros, y protegida desde lo alto por la Ciudadela, una de las más visitadas de la región. Aparte de la Ciudadela, el otro punto característico de Dinant es la Catedral de Notre Dame. Ambas forman un conjunto verdaderamente deslumbrante.



Como buenos turistas, subimos los más de 400 escalones hasta la Ciudadela. Hay que reconocer que las vistas de la ciudad que disfrutamos después hicieron que el esfuerzo mereciera la pena.


Por otra parte, la ciudad también es conocida por ser el lugar de nacimiento de Adolphe Sax, inventor del saxofón. Hay un museo y una calle dedicada al famoso inventor, por lo que aprovechamos para hacernos la foto de rigor con el maestro.

Tras visitar Dinant, nos dirigimos hacia la segunda parada en nuestro camino, Namur, la capital de la Región, situada en el cruce entre el río Mosa y el río Sambre. Para no ser menos que la anterior, también tiene su ciudadela, más extensa, pero menos espectacular. Hay que tener en cuenta que esta región ha ido cambiando de manos con el curso de los años. Las guerras por el territorio eran frecuentes, por lo que estas fortificaciones servían de protección defensiva ante los invasores.

Para acabar de rematar las pocas fuerzas que nos quedaban, también subimos hasta arriba, desde donde, casi casi, repetimos vistas:



Cambiando de tema, vi algo en Namur que me llamó poderosamente la atención y que echa más leña al fuego en el conflicto entre valones y flamencos en Bélgica. Pues bien, el tema es que aquí el tema de las banderas se lleva mucho, como se ve en la foto anterior. Así, que me ha dado por fijarme en las banderas que hay por todos los sitios. Pues bueno, el tema es que en Namur, en la mayoría de edificios públicos, ondeaba esta bandera:


Si os fijáis bien, se trata de la bandera flamenca (el león) con una raya roja de parte a parte, como tachándola. Yo lo interpreté como si dijera: 'esto es Valonia, no Flandes'. Lo que me sorprendió más fue que estuviera en edificios públicos... Investigando un poco, resulta que representa el escudo de la Provincia de Namur, que hay motivos históricos para ello, y que no es para nada anti-flamenco o anti-Flandes. Eso, al menos, en teoría.

De todas formas, ya son ganas de tocar la moral, digo yo. Ya hay bastante lío en el país, como para encima ir creando confusión a la gente. No sería más normal poner la bandera del gallo, la de Valonia. En fin...... juzgad vosotros mismos, a la izquierda la de Flandes, a la derecha, la de la provincia de Namur:

lunes, 8 de marzo de 2010

Incursión en Países Bajos. Maastricht.

De camino en tren hacia Maastricht nos surge la duda. ¿Holanda o Países Bajos? Duda metafísica y trascendental donde las haya, así que nada mejor que la Wikipedia para sacarnos de dudas. Realmente, y aunque normalmente se utilice el nombre de Holanda (aceptado en España), el auténtico nombre del país es Países Bajos (Niederlanden), que viene del hecho de que más de una tercio del país se encuentra al nivel del mar, o por debajo de este. A tener en cuenta que casi el 20% del territorio está ganado al mar, mediante sistemas de diques. Normal por tanto que sea uno de los países más concienciados con el cambio climático, les va la vida en ello...

Pues bueno, el tema es que el domingo nos fuimos a Maastricht. Cogimos el tren de mañanita y, tras la parada obligatoria en Lieja, cruzamos la frontera hacia territorio tulipán. Mención especial para la estación de tren de Lieja, inconfundible estilo Calatrava, al que por cierto me encuentro en todas partes. En Chicago, Nueva York, Milwaukee, por supuesto en Valencia, y ahora en Lieja. Pero qué tío más 'pesao'.


Centrándonos en Maastricht, diré que la ciudad saltó a la palestra tras la firma del Tratado de Maastricht en 1992, con el que se fundaba la Unión Europea. La verdad es que estando un año en Bruselas, parece que la visita es más que obligada. Se trata de una ciudad muy bonita, dividida en dos por el río Mosa, que le da un encanto especial. La plaza del Ayuntamiento, la del Mercado, la iglesia de San Servasio o la de San Juan son lugares dignos de ver. Ahí van algunas fotos de los lugares más emblemáticos.


En la ciudad convive una mezcla de culturas bastante interesante. Su ubicación, cruce de caminos entre Bélgica, Holanda y Alemania le da un carácter especialmente internacional. Pero eso sí, bicis en todas partes. La foto habla por sí sola:

Entre paseos y visitas, pasamos el día. En un impulso momentáneo, estuvimos a punto de coger un autobús que iba a Aquisgrán, en Alemania, un trayecto de apenas 30 minutos. Más que nada por poner la banderita. Pero dada la hora y el frío, al final, ganó la coherencia y cogimos el tren de vuelta a Bruselas. Alemania tendrá que esperar. Por cierto, ojito con las rotondas baratas que se gastan los holandeses. Simplemente pintada en el asfalto, y lo mejor es que la gente lo respeta. Ver para creer. No sé yo si este sistema funcionaría en España:

martes, 2 de marzo de 2010

Renaciendo...

Repasando el blog me doy cuenta que sólo he escrito una entrada en el mes de febrero, lo que constituye un récord negativo desde que empecé a escribir allá por octubre del 2009 en Chicago. Así que, desde aquí, me propongo actualizarlo más asiduamente.

Para empezar bien, empiezo hoy mismo. En primer lugar, quería comentar un poco sobre los temas principales que ocupan mis días de trabajo. Los resumiría principalmente en dos, Smart Grids ('Redes Inteligentes') y Vehículos Eléctricos. Son dos de las nuevas modas tecnológicas en el marco de la energía y de las que se habla en todos los foros y conferencias. Ambos están orientados hacia una economía más sostenible y eficiente. Sin embargo, parece que el proceso será largo y que aun nos queda un tiempo para verlos integrados en nuestras vidas.

Sobre otros temas, el lunes pasado me inscribí finalmente en los 20 km de Bruselas. Como su nombre indica, se trata de una carrera de una distancia de 20 kilómetros, y que se corre en Bruselas. La participación está limitada a 30.000 personas. Estoy preparándome para, al menos, poder terminarla, y con un objetivo de alrededor de 2 horas. Creo que es un objetivo factible, aunque habrá que ver cómo llego a la cita. Para hacerse una idea de la magnitud del evento, el mismo día que se abrió el plazo para inscribirse, se llegó a los 30.000 participantes, con lo que se cerró el cupo. Teniendo en cuenta que hay que pagar 15 euros, estamos hablando de casi medio millón de euros...

Cambiando de tercio, hace un par de semanas, recibí la visita de un compañero del Máster, Fer, al que llevamos a descubrir los encantos de la noche bruseliana. Ahí va una foto del acontecimiento:

Y para finalizar, el otro día recibí una gran noticia. Jose y Vero me comunicaron, tan originalmente como es habitual en ellos, que voy a ser el padrino de Arnau, esa personita que viene en camino. El padrino. Me veo como Vito Corleone en la película... la familia........ En fin, gracias y a esperar que todo vaya bien. Ya queda nada.

 

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