Pues bueno, el tema es que el domingo nos fuimos a Maastricht. Cogimos el tren de mañanita y, tras la parada obligatoria en Lieja, cruzamos la frontera hacia territorio tulipán. Mención especial para la estación de tren de Lieja, inconfundible estilo Calatrava, al que por cierto me encuentro en todas partes. En Chicago, Nueva York, Milwaukee, por supuesto en Valencia, y ahora en Lieja. Pero qué tío más 'pesao'.
En la ciudad convive una mezcla de culturas bastante interesante. Su ubicación, cruce de caminos entre Bélgica, Holanda y Alemania le da un carácter especialmente internacional. Pero eso sí, bicis en todas partes. La foto habla por sí sola:
Entre paseos y visitas, pasamos el día. En un impulso momentáneo, estuvimos a punto de coger un autobús que iba a Aquisgrán, en Alemania, un trayecto de apenas 30 minutos. Más que nada por poner la banderita. Pero dada la hora y el frío, al final, ganó la coherencia y cogimos el tren de vuelta a Bruselas. Alemania tendrá que esperar. Por cierto, ojito con las rotondas baratas que se gastan los holandeses. Simplemente pintada en el asfalto, y lo mejor es que la gente lo respeta. Ver para creer. No sé yo si este sistema funcionaría en España:
Curios lo de les rotondes, jejeje encara mos queixem de les españa, ENHORABONA per ser el padri de Arnau me alegre molt figura. Per cert segur que no has ficat xinxeta ni en lisboa, ni en italia viatges q ferem de jovens. Un abraç desde Vinaros
ResponderEliminarConociendo tu forma de conducir, yo creo que cruzarías la rotonda por la tangente, eso sí, un 10 a los nederlandings por ir en bici antes que con el buga contaminante.
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